
Aunque los conflictos en etapas adultas puedan resolverse hablando, en ocasiones es necesario una figura externa al conflicto, ajena a ello, para aportar perspectiva y sentido al debate, a la conversación. En estos casos se trata de la mediación familiar, desarrollada por la figura de un mediador familiar. Esta persona se encarga de canalizar diversas situaciones para que puedan ser llevadas de la mejor manera posible y alcanzar objetivos específicos. Para profesionalizarse en este campo, se recomienda que las personas puedan cursar una Certificación en Mediación Familiar para sumar toda Leer más